CASI NUNCA, LAS COSAS SON POR CASUALIDAD

Efectivamente, estoy convencido de que las cosas nunca, o casi nunca, son por casualidad. Concretamente quiero referirme a dos situaciones distintas, en que creo poder demostrarlo.

• Desde hace 6 u 8 años, nuestros asesores para la compra de corcho en campo, siempre nos indicaban que, en términos generales, el corcho de la Sierra de San Pedro, era el más famoso y el que mejor reunía las especificaciones, que nosotros ya estábamos necesitando. También, era casi siempre, el más caro. Pero aún, aceptando el mayor coste, nos costó tiempo poder tener, la primera saca, de ese corcho, en alguna finca de las “famosas”.

Con el paso de los años, hemos ido conociendo personas de la zona que nos han ido recomendando las formas y costumbres de como poder ir haciendo saber y recordar el nombre de nuestra pequeña empresa como comprador estable de este especial producto.

Por esto, podríamos decir que “algo tiene el agua, cuando la bendicen”. 

• Con la segunda cuestión, me gustaría explicar y justificar que, no se debe a una casualidad el mayor reconocimiento de nuestra marca cada año. Tampoco sería correcto si achacamos todo a nuestro constante interés en mejorar nuestro producto a base de investigar sobre el mismo y también los vinos que vamos a embotellar.

Pero, si unimos el esfuerzo personal, a que cada año nuestra materia prima es mejor, tendremos claro que no es una casualidad.

Pondremos como ejemplo algo conocido por casi todo el sector corchero. El nombre López Montenegro, unido en Extremadura entre otras cosas, a familia con solera en la región, seria y con reconocido prestigio en sus fincas de corcho del Valle de Castellanos.

Es cierto que en 2017 estuvimos a punto de cerrar un contrato con una de las distintas fincas que tiene esta familia. Pero creemos que, por falta de experiencia, al final no pudo ser.

El dicho, dice “hay que tener amigos, hasta en el infierno”. Yo, diría también “hay que tener amigos hasta en la Sierra de San Pedro y mejor todavía, en el Valle de Castellanos”, porque, precisamente un amigo, me presentó el año pasado a Don Antonio Pérez de Herrasti. A la postre, el responsable de la gestión de la Finca CALABAZAS propiedad de Doña Mª Emilia Pellón López Montenegro.

Y, desde la presentación, a la firma del contrato, mediaron no más de 15 días. Por fin, teníamos el corcho de una finca de la conocida Saga y afamado Valle.

Durante el año de reposo en nuestro patio, la analítica de este corcho, ha sido perfectamente correcta, como la mayoría de los lotes.

Y ahora les cuento, porque entendemos que aquí tampoco las cosas son por casualidad.

Hemos iniciado el trabajo del corcho, cuando nuestro departamento técnico ha aconsejado que era el mejor momento.

El resultado es totalmente satisfactorio y cubre muy bien nuestra expectativa. Estamos convencidos que, en el próximo año, nuestros clientes también lo notarán.

Como parece lógico (al menos a mí), he llamado al Sr. Pérez Herrasti para comentar nuestra sensación y junto al agradecimiento por la llamada, me dice que es natural, pues este corcho, ha sido premiado desde hace más de un siglo.

 Y, efectivamente así lo demuestran los diplomas que me remite otorgados a un antepasado de la familia Don Pedro López Montenegro en varias exposiciones (Se adjuntan fotos de los citados):

• “EXPOSITION UNIVERSELLE DE PARIS EN 1878”.
• “EXPOSICION REGIONAL EXTREMEÑA DE 1892”.
• “AT THE INTERNATIONAL EXHIBITION HELD IN THE CITY OF CHICAGO IN THE YEAR 1893”

Con esta demostración, me queda claro “que las cosas, casi nunca son por casualidad”.

Y, si a nuestra lucha por conseguir la excelencia, le unimos un poco de suerte, podremos decir para cerrar este artículo que, otro amigo nos ha presentado hace unos días a Dª Mercedes López Montenegro, parienta de Doña Mª Emilia Pellón López Montenegro, propietaria de la Finca LA COVACHA lindera de CALABAZAS, ambas en el Valle de Castellanos y por tanto en la Sierra de San Pedro.

Por lo cual, y puesto que las cosas casi nunca son casualidad, este año tendremos en nuestro patio, el corcho de dos fincas del famoso Valle de Castellanos propiedad de la familia López Montenegro,  CALABAZAS y COVACHA.

Valdepeñas, 21 de mayo 2.020

Francisco González Sánchez

Consejero delegado de Glm